El Paseo del Pintor Rosales (1)


El Paseo del Pintor Rosale surgió dentro del Anteproyecto del Ensanche de Madrid, aprobado durante el reinado de Isabel II el 19 de julio de 1860 y firmado por Carlos María de Castro (Estepa, Sevilla 1810 – Madrid, 1893) arquitecto, ingeniero de caminos, canales y puertos y urbanista, que propuso un aumento del espacio urbano de la ciudad de 2.294 hectáreas, partiendo de la Puerta del Sol y desarrollándose hacia el norte. Así Madrid empezó a crecer y a crear nuevos barrios con amplias calles y avenidas.

Para realizar este ambicioso proyecto fue necesario derribar la Real Cerca que había ordenado levantar Felipe IV, en 1625, con un carácter fiscal y de vigilancia y que, durante 250 años, impidió el crecimiento urbanizado de la ciudad que, ya en 1857 tenía más de 280.000 habitantes. La cerca de ladrillo, argamasa y tierra fue derribada en 1868.

El actual Paseo del Pintor Rosales fue trazado a lo largo de 1,2 km. como un mirador a lo largo de la cornisa que bordea la antigua Montaña del Príncipe Pío (entre la plaza de España y el barrio de Argüelles), así llamada en honor del Principe Francisco Pio de Saboya, yerno del marqués de Castel-Rodrigo propietario de toda la zona con un gran palacio incluído, y que falleció en 1706 dejando como herederos a su hija Juana y a su yerno.

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Pintura conservada en el Museo Municipal de Madrid – copia del original existente en una colección privada de Italia – bajo el título de «La Montaña con el Palacio de Castel-Rodrigo», sin duda una de las más importantes construcciones del Madrid de la época.

El Príncipe Pio de Saboya estaba luchando a favor del rey Felipe V en la Guerra de Sucesión para alcanzar el trono y, en premio a su fidelidad el rey le concedió importantes cargos y le otorgó el Toisón de Oro. De ahí vino el nombre de Montaña del Príncipe Pio.

En el inicio del Paseo que coronaba la parte occidental de la Montaña. se había construído en 1860, un enorme edificio de ladrillo y granito, conocido como el Cuartel de la Montaña. Fue destruído al inicio de la guerra civil tras un sangriento sitio donde murieron centenares de soldados de ambos bandos.

En el espacio que ocupó el Cuartel vemos ahora el templo de Debod

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España colaboró en la Campaña de Egipto para salvar los templos de Nubia que iban a ser inundados por la construcción de la presa de Asuán. Fue el Templo de Debod (200 a.C) el primero en ser desmontado y el regalo que España recibió de Egipto por su ayuda. Fue inaugurado en 1970 y declarado Bien de Interés Cultural en 2008.

El Ensanche hacia la Moncloa, calle Ferraz

Ya desde la Plaza de España se procuró embellecer esta zona y en el inicio de la calle Ferraz, en 1911, se levantó un edificio de puro modernismo Art Nouveau, que resultó ser uno de los edificio más bonitos de Madrid. Fue un encargo de las hermanas Gallardo al arquitecto Federico Arias Rey. En la cúpula que remata el edificio una gran G evoca a sus propìetarias.

Paseo del pintor Rosales

Desde 1875 ya figura en el callejero de Madrid primero como calle Rosales y en 1941 como Paseo del Pintor Rosales. Un merecido homenaje al famoso pintor Eduardo Rosales nacido en Madrid en 1836 en la calle de San Marcos 21 y fallecido en 1873 en la de Válgame Dios 2. Una muy corta vida pero una muy larga fama.

El Paseo del Pintor Rosales rodeado de verdor y bellos panoramas.
Paseo del Pintor Rosales

De una modesta familia, estudió en las Escuels Pías de San Antón de la calle Hortaleza y en el Instituto San Isidro de la calle Toledo hasta que, con 15 años ingresó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde fue alumno del gran Federico Madrazo. Acudia con frencuencia al Museo del Prado para copiar las obras de los grandes maestros, especialmente le atraía Velázquez.

Viajó a Italia en 1857 y en 1859 obtuvo una beca que le permitió dedicarse totalmente a su cuadro sobre Doña Isabel la Católica dictando su testamento, para el cual hizo numerosos bocetos previos. En 1864 obtuvo por este cuadro la primera medalla en la Exposición Nacional y en la Exposición Universal de París, en 1867, la primera medalla de oro para extranjeros y Napoleón III le otorgó la Legión de Honor.

En 1871 realiza una de sus obras maestras, puede decirse también del retrato en España, representando a Conchita Serrano, condesa de Santovenia, hija del general Serrano, duque de la Torre, que había sido jurado por las Cortes como regente del reino el 15 de junio de 1869, a raíz del destronamiento de Isabel II.

Vestida a la moda de su tiempo, con un lujoso traje de raso y botines rosa, camisa blanca y una pelliza de piel sobre los hombros, está representada al aire libre y de cuerpo entero. El cuadro también se conoce por «La niña de rosa».

Conchita Serrano en realidad se llamaba María de la Concepción Micaela Buenaventura Josefa Leonarda Severa Catalina Serrano y Domínguez, nació en la Habana el 6 de noviembre de 1860, y era hija primogénita de Don Francisco Serrano y Domínguez y de Doña Antonia María Micaela Domínguez y Borrell.

Posó para Eduardo Rosales, cuando aún no había cumplido los once años, ya que el retrato se presentó en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1871, inaugurada el 15 de octubre.

(Datos obtenidos en el libro de Lafuente Ferrari, Enrique : De Trajano a Picasso, Barcelona, Madrid, México.Noguer. S.A.1962)

El propio Eduardo Rosales posó en 1872 para un impresionante Cristo yacente del escultor Agapito Vallmitjana (Barcelona 1833 – 1905) que podemos admirar en el Museo del Prado.

Eduardo Rosales desde los 20 años padecía de tuberculosis y en 1872 su enfermedad se agravó, así que cuando al inicio de la 1ª República en febrero del 73 le ofrecieron ser director del Museo del Prado o de la Academia de España en Roma… ya no pudo aceptar.

Falleció el 13 de septiembre de 1873 en su casa de la calle de Válgame Dios nº 2, en Madrid, con apenas treinta y seis años de edad.

Notas.-

En el 2016 se publicó una exhaustiva y documentada guía didactica escrita por Luis Rubio Gil sobre Eduardo Rosales en Madrid. que recomiendo para conocer con mayor profundidad su vida, su obra y su época.

En breve seguiremos recorriendo el Paseo del Pintor Rosales, conociendo sus monumentos, sus vecinos ilustres etc.

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