Lengua de signos en la Biblioteca Nacional

Lengua de signos «Manos con voz propia» es el afortunado título de la exposición que hasta el 1 del próximo octubre podemos visitar en la Biblioteca Nacional, en conmemoración del décimo aniversario de la aprobación (el 23 de octubre de 2007) de la Ley 27/2007 que reconoce y regula, tras quinientos años,  la Lengua de signos Española (LSE) como lengua de las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordo ciegas que, en castellano o en catalán,  decidan en España libremente usarla.

Manos con voz propia en la Biblioteca Nacional
Este programa de mano contiene toda la información sobre lo que vamos a ver en la exposición y se puede conseguir en los mostradores de entrada a las salas de exposiciones de la Biblioteca Nacional

Para celebrar los diez años de existencia de la Ley , la Biblioteca Nacional de España presenta una pequeña muestra de sus fondos más relevantes al respecto. A través de más de cuatro siglos de historia, la exposición plantea un recorrido que se inicia con el primer manuscrito conservado sobre los primeros intentos de educación de las personas sordas, el Tratado legal sobre los mudos de Laso, fechado en 1550; hasta la actualidad, prestando una especial atención a los fondos conservados fechados en el siglo XIX. Comisaria: Inés Antón Dayas.

Lengua de signos en la Bibilioteca Nacional

A través de manuscritos, libros, gacetas, fotografías, grabados y objetos de ephemera, se presentan los principales sistemas de enseñanza de la lengua de signos, algunos aspectos de la historia de los colegios de sordos en España, así como las novedades pedagógicas surgidas en los siglos XX y XXI.

Lengua de signos en la Bibilioteca Nacional

 Pedro Ponce León y Juan de Pablo Bonet

En España durante mucho tiempo se ha tenido por pionero de los sistemas de enseñanza de la lengua de signos al monje benedictino Pedro Ponce de León (nacido a principios del XVI en Sahagún y fallecido 1584)  por una serie de indicios y apoyos que posteriormente se han documentado  no ser ciertos…  no obstante, ello no resta méritos a su dedicación y aportaciones al tema, aunque ningún texto sobre sus métodos nos ha llegado de sus manos.

En Madrid encontramos un monumento a él dedicado en el Parque del Retiro, en la Plaza de Costa Rica.

Lengua de signos en la Bibilioteca Nacional

 Pero curiosamente este monumento erigido en 1926 (de M. Yglesias y J.Samper) cuenta con dos lápidas conmemorativas:  En la delantera puede leerse:
A Fray Pedro Ponce de León (1520-1584) inventor del método oral puro para enseñar a hablar,  leer, escribir y contar a los sordomudos. La Asociación de Sordomudos de Madrid le dedica este monumento en su cuarto centenario. Madrid 6 de junio de 1920.
Lengua de signos en la Bibilioteca Nacional
Mientras en la parte posterior leemos:
Lengua de signos en la Bibilioteca Nacional

A Juan Pablo Bonet 1620 inventor del libro titulado reducción de las letras y arte para hablar de los mudos. La Asociación de sordomudos de Madrid  le dedica esta lápida en su trecer centenario. 6 de junio de 1920.

Estas dos lápidas reflejan sin duda  el antagonismo  que siempre ha existido entre los estudiosos del tema,  entre Ponce de León y el aragonés Juan de Pablo Bonet (h. 1573-1633)  pedagogo y logopeda  , como puede comprobarse en el  texto sobre:  «Pedro Ponce de León y Juan de Pablo Bonet, dos doctrinas
pedagógicas enfrentadas» presentado por Antonio Gascón Ricao, en la conferencia impartida con motivo de la inauguración del Curso 2003-2004 de Lengua de Señas Española
en la Universidad de Sevilla,  en noviembre 2003.

Lorenzo Hervás y Panduro (Horcajo de Santiago, Cuenca,  1735-Roma,  1809)

Lengua de signos en la Bibilioteca Nacional

Una de las figuras españolas más importantes en la historia de la lengua de signos es la de Lorenzo Hervás y Panduro un gran lingüista y filólogo español, padre de la lingüística comparada. Era jesuíta y cuando la Orden fue expulsada de España  por Carlos III en 1767,  se estableció en Roma y allí entró en contacto con su  Escuela de Sordomudos.
Volvió a España sobre 1798,  y residió algún tiempo en Barcelona donde colaboró en 1800 con Juan Albert Martí en la fundación y establecimiento de la Escuela Municipal de Sordomudos de la ciudad. No pudo seguir su trabajo pues fue nuevamente expulsado en 1802.

Él insistió en que:  Las lenguas no son sólo códigos de hablar, sino también métodos para hablar y pensar

Lengua de signos en la Bibilioteca Nacional

Hervás, Lorenzo. Catálogo de las lenguas de las naciones conocidas y numeración, división y clases de éstas según la diversidad de sus idiomas y dialectos. Madrid. Imprenta de Sancha 1800. Obra que crea la lingüística universal y comparada. (En la exposición de la Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense de Madrid, de la calle Noviciado 3, de enero a junio de 2017)

Lengua de signos en la Bibilioteca Nacional

 Una de las muestras de la exposición es esta curiosa colección de veinticinco cromos titulados «El lenguaje del amor» de 1910-20 (pertenece a los fondos de ephemera de la BNE

Lengua de signos en la Bibilioteca Nacional

Primeros Colegios de sordomudos en Madrid

A finales del s. XVIII en las Escuelas Pías de Lavapiés se estableció el primer centro de enseñanza que dedicó un espacio a esta necesaria actividad. Posteriormente se trasladó a la Casa de la Panaderia en la Plaza Mayor, donde permaneció hasta 1802. Se conocía como Colegio de Sordomudos de San Fernando y su nombre cambió a Real Colegio de Sordomudos cuando se hizo cargo del mismo la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País… Luego pasó a la calle de Rejas y tras varios traslados y ya  finalizada la Guerra de la Independencia en 1814 se estableció en la calle del Turco.  Pero su trayectoria es dificil de seguir por las muchas dificultades económicas a las que tuvo que hacer frente.

Lengua de signos en la Bibilioteca Nacional

Una larguisima lucha de siglos por conseguir que la lengua de los sordos se haya reconocido como una lengua rica y viva, con una evolución e historia propias… y así sacar a las personas sordas de una tremenda marginalidad y discriminación que no les reconocía, por ejemplo, el derecho a heredar o a dictar testamento.

Juan Navarrete «el mudo»; los hermanos y pintores, Zubiaurre;  las conservadoras del Museo de la Hispanic Society

Por una indudable  casualidad a los pocos días de visitar esta interesante exposición de la Biblioteca Nacional, he visto en El Monasterio de El  Escorial la de Juan Navarrete «el mudo», que al parecer aprendió a comunicarse por signos con los frailes jerónimos del Monasterio de la Estrella en La Rioja.

En el Museo del Prado y en su magnífica  exposción sobre la Hispanic Society, en la  Galería de Retratos se muestran los de los hermanos vascos, Valentín (Madrid 1879-1963) y Ramón ( Vizcaya, 1882–Madrid 1969)   Zubiaurre Maguirrezábal, ambos sordos.

En el catálogo de esta última exposición cuentan que ellos habían nacido en el seno de una artística familia, pues su padre fue un conocido y notable compositor y su hermana Pilar era pianista y marchante de arte. Ellos recibieron una temprana formación artística en Madrid (pues su padre era Maestro de la Capilla Real de Madrid) en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y más tarde en el extranjero. Fue su hermana Pilar la que les puso en contacto con Huntington en 1916, y dos años después él les nombró miembros de la Hispanic Society… Años después ellos donaron estos lienzos pintados por Ramón, uno con su autorretrato y otro de su hermano Valentín.

Pero en el citado catálogo se cuenta otra cosa que creo interesante comentar aquí. En el año 1953 Valentín Zubiaurre hizo una visita al Museo de New York y le acompañaron en la visita tres de sus conservadoras: Eleanor Font, Margaret Jackson, y Florence May. Además del amor por el Arte español y su vinculación con el Museo de la Hispanic Society, los hermanos Zubiaurre y las tres mujeres tenían otra fuerte coincidencia…todos eran sordos…

En 1919 luego de que Huntington decidiera contratar mujeres para su Fundación, conoció a una joven sorda,  Eleanor Sherman (más tarde Font) que se ofrecía a trabajar en la catalogación de grabados y fotografías, y escribió entonces «Tengo puestas grandes esperanzas en este experimento (…) Si la idea da resultado, nada impide que sea una valioso aprovechamiento del trabajo de personas a las que todavía no se ha probado adecuadamente en este tipo de trabajo». Huantington la contrató y Eleanor desarrolló una magnífica carrera como conservadora del museo. Animado por el éxito Huntington dio empleo a varias mujeres sordas más…En 1939 una fotografía muestra además de Eleanor a la fotográfa Margaret Jackson y a la conservadora de tejidos Florence May.

 

 

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