Fortuny y Madrid se unieron en dos cuadros que vemos en la magnífica exposición que sobre el pintor nos muestra el Museo del Prado.
Fortuny llevó al lienzo dos iglesias de Madrid, entre 1867 y 1868. Una fue San Ginés, y la otra San Sebastián; en la primera reflejó su fachada, la segunda fue una evocación de su sacristía que le sirvió de inspiración para uno de sus más famosos cuadros: «La Vicaría». La exposición me gustó tanto cuando la visité hace días, que he regresado otra vez a verla… pero lo he hecho a primera hora para poder recorrerla con tranquilidad.
«Pórtico de la iglesia de San Ginés de Madrid»
Es uno de los cuadros que llamó mi atención en la primera visita, está fechado en 1868, pues al parecer, y con motivo de su boda con Cecilia de Madrazo, Fortuny pasó una temporada en Madrid entre los años 1867 y 1868, y fue durante este periodo cuando ejecutó los cuadros de las dos citadas iglesias madrileñas.
Según explica la cartela que acompaña al cuadro
Fortuny tenía especial interés en representar la actividad cotidiana que se desarrollaba en las inmediaciones de los templos y que congregaban a personajes de muy diversa condición y extracción social, desde mendigos a sacerdotes y feligreses que asistían a los diversos oficios. En este caso se muestra la celebración de » Las cuarenta horas» habitual en muchas iglesias de Madrid, y durante la cual la parroquia colgaba diferentes tapices de boscaje en su atrio.
El origen de esta devoción se remontaba a los primeros cristianos que se reunían a orar y hacer penitencia en memoria de las cuarenta horas que Jesús permaneció muerto, desde el viernes a las 3 de la tarde hasta el amanecer del domingo de Resurrección. En 1592 el Papa Clemente VIII estableció en Roma esta «piadosa y saludable oración de las cuarenta horas» en las basílicas y en todas las iglesias.
La de San Ginés, en plena calle del Arenal, es una verdadera joya y una especie de milagro que siga en el mismo espacio en el que fue alzada en el lejano inicio del siglo XII, pues aunque muchos aspectos han cambiado con el tiempo, su lugar sigue inalterable . Su interior se merece una detenida visita que pronto haremos.
La iglesia de San Sebastián,
en la calle de Atocha, fue el lugar elegido para celebrar el matrimonio entre Mariano Fortuny (Reus 1838-Roma 1874)
y Cecilia de Madrazo (Madrid, 1846 – Venecia, 1932), hija del insigne retratista Federico de Madrazo. El enlace tuvo lugar a las ocho de la mañana del 27 de noviembre de 1867 en la más absoluta intimidad por expreso deseo de los cónyuges.
Este es su monumental exterior
El cuadro representa una escena que observó, sin duda, en varias ocasiones, cuando acudia a preparar los trámites para su propio casamiento, y es cuando los testigos que han asistido a una boda, pasan a la Sacristía para firmar en el libro de Actas y dar fe del enlace.
El título del cuadro es «La Vicaria», pues así se denominan las delegaciones que los Obispos de la Diócesis hacen para diversas funciones, algunas de las cuales recaen en las parroquias… siendo una de las asignadas a ellas la tramitación y archivo de los expedientes matrimoniales. El espacio físico donde se llevan a cabo estas funciones suelen ser las sacristías.
Pero aquí Fortuny jugó con el espacio y el tiempo: idealizó el espacio pues la simple reja, que según parece la separaba del templo, es sustiuída por la magnífica que vemos y que es la evocación de Fortuny de otra perteneciente a una iglesia romana, y el cuadro que vemos al fondo a la derecha, que representa el bautizo de Cristo es de Tintoretto (h.1585) uno de los pintores de referencia de Fortuny al que admiraba y copiaba en el Museo del Prado (una de sus facetas que podemos admirar en la exposición, es la de ser un magnífico copista).
Y trasladó el tiempo al anterior siglo XVIII, como podemos ver por el vestuario y en el «guiño» a su admirado Goya y su época, en las figuras situadas a la derecha, desde el espectral «demandadero de las ánimas del purgatorio», al torero y los majos.
Otra característica de «La Vicaría» es que los elegantes personajes, seis caballeros y seis damas que están presentes ante el Vicario para la firma, son todos familiares y amigos de Mariano Fortuny y Cecilia de Madrazo… incluso ella misma es la modelo de tres de las elegantes mujeres que contemplamos, como también está su hermana Isabel y sus cuñados…
Tras un boceto inicial que realizó sobre una tabla comprada en el Rastro madrileño, Fortuny entregó finalmente La Vicaría a su representante Goupil, en 1870, quien la compró y expuso en su galería donde fue adquirida por una coleccionista que pagó 70.000 francos, un elevadísimo precio para su época y su pequeño formato. Fue la obra que le convirtió en un pintor valoradísimo y admirado…
La iglesia ha sufrido numerosos cambios en su exterior e interior que otro dia recorreremos, para recordar aquellas visitas que Fortuny realizó al templo antes de su boda con Cecilia de Madrazo y que tanto le inspiraron…