El Casón del Retiro en la calle de Alfonso XII (2) patrimonio de la humanidad 2021

El Casón del Retiro en la calle de Alfonso XII está a la altura del número 28 y es un edificio exento cuya construcción se remonta al siglo XVII, concretamente cuatro años después de que el 5 de diciembre de 1633, el conde-duque de Olivares (Roma 1587-Toro 1645) ofreciera al joven rey Felipe IV (Valladolid 1605 – Madrid 1665) las llaves de un Palacio rodeado de un inmenso jardín.

El Palacio del Buen Retiro

El conde-duque, que ya tenía 46 años, había concebido la idea de ofrecer a su rey Felipe IV, un joven de 28 años, un lugar nuevo, donde encontrar descanso y recreo lejos del rígido protocolo del alcázar y de las graves tareas políticas que él dejaba en manos del valido…

La simplicidad de los materiales y la gran cantidad de alarifes empleados, consiguieron que la construcción se llevase a cabo en el tiempo récord de tres años. Estas obras fueron dirigidas por Alonso Carbonel Cortés (Albacete 1637-Madrid1660) y en el interior de los jardines se construyeron, además del Palacio, varias ermitas, un salón de baile, un teatro, un gran estanque donde poder representar simulacros de batallas navales, canales donde podían navegar las falúas reales y la posibilidad de cazar…. Todo un edén en las afueras de Madrid.

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El Palacio del Buen Retiro, siglo XVII por Jusepe Leonardo (Calatayud, 1601- Zaragoza, c.1653)

Las caracteristicas del Palacio del Buen Retiro que aquí vemos en un grabado de la época, con grandes patios cerrados por largas naves de ladrillo, sin apenas columnas ni labradas portadas, recuerdan más bien a un rico cortijo andaluz a los que el Conde-Duque, por su origen y gustos, era tan aficionado.

Pero esta sensación externa de austeridad se desvanecía al penetrar en su interior cuajado de auténticas y bellas obras de arte, adquiridas, regaladas o confiscadas… Fue especialmente magnífico el Salón de Reinos del que hablaremos en otro momento, cuando sigamos paseando por el interior del Barrio de los Jerónimos.

En el interior de este edificio estaba el espléndido Salón de Reinos y posteriormente fue ocupado por el Museo del Ejército.

Muy recomendable leer el libro de Jonathan Brown y John H. Elliot “Un palacio para el rey”.

El Casón

El Salón de baile – más conocido como El Casón – fue construído en 1637 por Alonso Carbonell. La sala diáfana de 12 metros de ancho por 20 de largo estaba cubierta por una gran bóveda, y tenía dos accesos, uno desde el interior del palacio y otro desde los jardines.

La gran boveda de Lucas Jordán en el Casón del Retiro

En un último destello de ostentación, finalizando ya el siglo y el reinado de Carlos II, se encargó en 1697 al valorado pintor italiano Luca Giordano, conocido es España como Lucas Jordán (Nápoles 1634- 1705), llegado a Madrid en 1692, que pintara su techo con la simbólica Alegoría del Toisón de Oro… y eso convirtió este salón en un espacio singular.

La escena principal es la de Hércules entregando el vellocino de oro al duque de Borgoña, Felipe el Bueno, como fundador de la Orden del Toisón, que pasaría luego a la monarquía española.

La gran bóveda pintada por Lucas Jordán en el Casón del Retiro

Lucas Jordán participó también en Madrid en la decoración de la iglesia de San Antonio de los Alemanes y en El Escorial pintó la bóveda de la gran escalera del Monasterio, y numerosas bóvedas y cuadros para su iglesia.

Como hemos dicho el Casón es un edificio exento, con dos entradas

Fachada del Casón en la calle Felipe IV, de Mariano Carderera (Huesca, 1846-Vilagarcía de Arousa, 1916)

y ambas servían de vestíbulos al gran salón de baile, y también de recepción de embajadores, según se llegara desde el Palacio, en el que el Casón estaba integrado, o desde los jardines.

El Casón a partir del siglo XVIII

Los reyes de la nueva dinastía de los Borbones, iniciada en 1700, tuvieron que volver a este Palacio del Buen Retiro a raiz del incendio que en 1734 destruyó el antiguo Alcazar, tardándose casi 30 años en finalizar las obras del actual Palacio Real en el que ya Carlos III pudo instalarse, quedando por tanto el Palacio del Buen Retiro totalmente abandonado a partir de 1765

La Guerra de la Independencia de 1808 dejó devastada esta zona donde acamparon los ejércitos franceses así que, cuando todo el espacio fue vendido y dedicado a la construcción de viviendas de lujo en 1865, el Casón y el Salón de Reinos quedaron como dos testigos condenados a desaparecer.

Fachada a la calle Alfonso XII frente al Retiro, de Velázquez Bosco

Y por si fuera poco, el 12 de mayo de 1886 un violentísimo ciclón en Madrid, que produjo más de cuarenta muertos y numeros heridos, incidió duramente en esta zona derribando muchos árboles del Retiro y del Botánico y se ensañó con el Casón, derribando su vieja cubierta de madera y la fachada que miraba a poniente, dejando indefenso todo el edificio.

Podemos comprobar como quedó tras el ciclón el Casón y otros muchos lugares de la ciudad en este interesante enlace.

El suceso fue mencionado por Benito Pérez Galdós en su novela (de 1897) Misericordia… «Señá Benina ¿Está usted en sus cabales?En ellos estoy, Teresa Conejo, como lo estaba cuando te presté los mil reales, y te salvé de ir a la cárcel… ¿no te acuerdas? Fue el año y el día del ciclón, que arrancó los árboles del Botánico… «(Capítulo XXI)

Velázquez Bosco y el Casón

El gran arquitecto burgalés Ricardo Velázquez Bosco (Burgos 1843-Madrid 1923) académico de Bellas Artes de San Fernando y profesor de la Escuela Superior de Arquitectura, había finalizado en 1883 dentro de los jardines del Retiro el hoy conocido como Palacio de Velázquez en su honor, destinado a la exposición de Minería, y estaba proyectando para la exposición de Filipinas de 1887 el precioso Palacio de Cristal.

Palacio de Cristal del Parque del Retiro
El Palacio de Velázquez según grabado de la época

Así que él fue el elegido por el Ministerio de Fomento para restaurar el Casón y convertirle en Museo de Reproducciones Artísticas y a él se debe la majestuosa fachada que mira a la Puerta de Felipe IV y a los jardines del Parterre

La majestuosa salida del Casón del Retiro en la calle Alfonso XII

El Casón y sus destinos

Desde 1877 hasta 1960 el Casón fue sede del Museo de Reproducciones Artísticas y a partir de 1960 se destinó a salas de exposiciones temporales de la Dirección General de Bellas Artes hasta 1971. Los siguientes 10 años aquí se expusieron los fondos del Museo del Prado correspondientes al siglo XIX.

En 1981 llegó el Guernica de Pablo Picasso a España y se expuso con todos los honores en el Casón hasta que, en 1992, el cuadro se trasladó al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y en el Casón se volvieron a mostrar la colección de pinturas y esculturas del XIX. En 1997 se clausuró el edificio para su rehabilitación y ampliación.

Las obras finalizaron en 2007 y en el 2009 se instaló en el Casón la Biblioteca del Museo Nacional del Prado una de las mejores y más desconocidas bibliotecas de arte de Madrid especializada en pintura y escultura desde la Edad Media hasta el siglo XIX.

La sala de lectura bajo la magnífica bóveda que cubre todo un mundo de belleza y Arte.

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