Picasso pintó el cuadro de Guernica de mayo a junio de 1937 y ahora el Museo de Arte Reina Sofía presenta una exposición titulada «Piedad y terror», que son los dos sentimientos que nos invaden al contemplar este cuadro que evoca, en el 80 aniversario del bombardeo de Guernica, la barbarie de todas las guerras. Museo de Arte Reina Sofía
El Museo de Arte Reina Sofía ocupa el edificio del antiguo Hospital General, levantado en el siglo XVIII por iniciativa de Fernando VI, siguiendo la idea de unificar los numerosos hospitales repartidos por la VIlla, que ya había tenido Felipe II en 1587 y que llevó a término Carlos III con su gran arquitecto Sabatini.
Se proyectó un inmenso edificio que nunca llegó a completarse, así que el actual es sólo una pequeña parte de aquella idea inicial. Pero entre estos gruesos muros se encierra toda una historia de la Medicina, con transcendentales descubrimientos científicos e innumerables capítulos humanos de la historia de Madrid en sus horas de dolor, como las epidemias que tantas veces asolaron la Villa y Corte.
Su decadencia y abandono llegaron en 1965 y a punto estuvo de ser derribado por la indiscriminada y tantas veces interesada piqueta, de la que pudo salvarse gracias a una Real Decreto de 1977 que le declaró, muy merecidamente, Monumento Histórico Artístico Nacional. En 1980 se encargó al arquitecto Antonio Fernández Alba el proyecto de restauración que le convirtió en el Centro de Arte Reina Sofía en 1986 y en 1988 en el Museo Nacional de Arte Reina Sofía.
En el año 2001 se acometió una nueva y ambiciosa ampliación, en puro contraste con el austero edificio de Sabatini, por el arquitecto francés Jean Nouvel, que introdujo entre otros avances, una novedosa cubierta de color rojo en la que todo el espectáculo de la calle y del propio edificio, antiguo y moderno, se duplica, con lo cual, desde su terraza de la 4º planta, nos presenta una visión algo surrealista y muy atractiva, al menos para mi. Esta ampliación se inauguró en 2005.
Este fuerte contraste entre lo antiguo y lo moderno ya se inició cuando años atrás se adosaron a su fachada principal dos torres de cristal con sendos ascensores.
Picasso y el Guernica en el Museo
La exposición tiene un título que me parece muy acertado: «Piedad y terror en Picasso. El camino a Guernica», y se inauguró oficialmente ayer y hoy dia 5 de abril se ha abierto al público y así estará hasta el próximo 4 de septiembre.
A las 10 de la mañana ya había largas colas para entrar, lo cual es claro síntoma del gran interés que este cuadro ha creado siempre, desde que se expuso en plena guerra civil en el
Pabellón Español de la Exposición Internacional de París, diseñado por los arquitectos Luis Lacasa y José Luis Sert, situado en el parisino jardín del Trocadero, (del que podemos ver una maqueta en la exposición) y que resultó una pequeña joya de arquitectura, aunando a la perfección elementos de la edificación popular española con los más modernos avances cosntructivos y las más puras ideas del racionalismo arquitectónico.
Fue un alarde de entusiasmo. ingenio y eficacia que en tan adversas circunstancias se pudiera conseguir, en sólo cuatro meses, este edifcio emblemático en la historia de las Exposiciones Internacionales y que artistas como José Luis Sert, Picasso, Miró, Julio González, Alberto Sánchez, y Alexandre Calder, presentaran allí sus obras.
El segador, un campesino catalán en un mural que ocupaba más de 5 metros, de Joan Miró, que también produjo un cartel de brillante colorido y con las palabras «Aidez l´Espagne» (Ayudad a España) que se vendía al precio de 1 franco para socorrer a los republicanos españoles.
La Montserrat de Julio González, escultura en hierro forjado, representando a una campesina catalana con su hijo en brazos.
El Pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella, escultura en cemento de 13 m. de altura de Alberto Sánchez.
También el escultor americano Alexander Calder, creó una espectacular Fuente de Mercurio, y frente a ella se situó, con su impactante presencia, el Guernica.
Fue algo diferente en la producción de Picasso, que hasta ese momento había pintado cuadros de tamaño más reducido, y de temas intimistas, relacionados con asuntos muy alejados de cualquier cuestión politica… Aceptó el encargo en enero del 37, pero no acababa de centrar el tema, hasta que el 27 de abril se produjo el brutal bombardeo de una población civil, que no era objetivo militar, y que celebraba un pacifico dia de mercado. La destrucción fue casi total.
A partir de ahí se puso a componer un gigantesco mural de 3,5 por 7,76 metros, con toda la pasión que le produjo un hecho de guerra concreto, pero que se puede aplicar a todos los hechos del mundo que producen esos sentimientos de horror y la piedad.
Su compañera en aquellos momentos, Dora Maar, fue realizando una serie de fotografías de todo el proceso que nos permite seguir el maravilloso proceso creador de una pieza maestra.
Todo el mundo ha querido dar sus propias interpretaciones del cuadro, y hay cientos de libros y artículos sacando conclusiones de cada aspecto… En realidad puede haber tantas interpretaciones como personas que lo contemplan… por eso es un cuadro tan universal. El mismo Picasso asi lo dejó dicho en 1947 : Es el público quien tiene que ver lo que quiere ver.
Una magnífica exposición para ver con calma, leyendo los textos que presiden cada espacio, siguiendo la pista de los ecos que tuvo y de los hechos que llevaron a su realización, del proceso de creación, de sus influencias, de sus antecedentes, y de los itinerarios y paises que este cuadro ha recorrido desde su creación… porque todo es importante para su comprensión y todo nos atañe de forma especial.