Los relojes de Madrid siguen marcando las horas desde sus alturas. Desde lejos ya vemos, la muy alta torre de la iglesia de Santa Cruz, en el número 6 de la calle y que muestra nada menos que tres relojes´.
La alta y esbelta torre neomudéjar se alza sobre la fachada principal de esta iglesia que fue inaugurada el 23 de enero del año 1902, sobre el mismo solar y con el mismo nombre que la que, desde finales del XVI, se alzaba junto al monumental Monasterio y Colegio de Santo Tomás en este mismo lugar ya conocido como calle de Atocha, así llamada en evocación de cuando era un campo cubierto de esparto (parece que de ahí deriva su nombre: «atochar») al otro lado de las murallas.
El Monasterio fue declarado en ruina y derribado en 1876, sin dejar vestigios de su espléndido barroco, y la iglesia tras sufrir un gran incendido también fue derribada.
Como tantas veces, la evocación al espacio que ocupó este gran Monasterio solo ha quedado reflejada en esta cerámica de Alfredo Ruiz de Luna, dedicada a santo Tomás en una estrecha calle adyacente al templo.
Superada la iglesia entramos enseguida en la Plaza de la Provincia desde la que tenemos una buena visión del tercer reloj y donde se encuentra el conocido como Palacio de Santa Cruz, precisamente por su cercanía con la primitiva Iglesia de este nombre.
Aquí vemos el tercer reloj, de esta original iglesia y que en otro momento visitaremos su interesante interior.