Museo de los Orígenes de Madrid
En el imprescindible Museo de los Origenes (Casa de San Isidro), se presentó una muy interesante exposición titulada «M-30 un viaje al pasado», del 9 de abril al 30 de septiembre de 2007, organizada por la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento y con la colaboración del Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid.
En la Guía de mano de la exposición encontramos los siguientes datos
Readera de silex. Medidas 85x76x57 mm.
Vista general del proceso de excavación del yacimiento epipaleolítico del Parque Darwin. Hogar una vez extraido y restaurado. Estructuras de combustión del yacimiento del Parque Darwin.
Entre los 28 sitios paleolíticos citados actualmente en la exposición permanente del Museo, relativos a la Prehistoria de Madrid, figura como vemos en último lugar el Parque Darwin
Y allí está la reproducción de un «Hogar» encontrado en el Parque
En el Catálogo de la exposición de 2007, se especifican y fotografían varias de las piezas encontradas, que ilustran las actividades que aquellos «remotos madrileños» efectuaban, entre ellas, la talla de la piedra para fábricar útiles, de las cuales se habían identificado 98 piezas.
Al parecer todo este material se llevó al Museo Arqueológico Regional, enclavado en Alcalá de Henares… Acabo de visitar este magnifico Museo una vez más, pero sólo he visto expuestas unas pocas y pequeñas piezas, bajo el epígrafe «arroyo Abroñigal. Madrid»: un raspador de silex, una lasca levallois retocada de silex, un fragmento de hoja de laurel, y una lámina de silex e ignoro si se estarán refiriendo a lo encontrado en el Parque Darwin.
Como lo he visitado en día festivo no he podido aclarar mis dudas, aunque si me informan de que hay muchos restos arqueológicos pendientes de clasificar y después hay que buscar espacio para exponerlos.
Así que habrá que seguir «investigando» sobre ello…
Por Moratalaz en busca del yacimiento
Hemos de situarnos en la Plaza del Corregidor Alonso de Aguilar, en la recta final de la Avenida de Moratalaz que en este punto conecta enseguida con la salida a la M-30.
Para llegar aquí desde el Camino de Vinateros (actual entrada principal al Barrio por el Puente de La Estrella sobre la M-30) pasamos por calles con nombres «evocadores» como el de Arroyo Belincoso (en cuyo nacimiento se construyó el Cementerio de La Almudena) el de Arroyo de la Media Legua y el de Entrearroyos, que afortunadamente mantienen vivo el recuerdo de que por sus espacios descendian los citados arroyos que se juntarian con el de las Pilillas y el de las Moreras, para unirse al del Abroñigal (actual M-30)
Entramos en el Parque Darwin que ocupa un espacio elevado entre dicha Avenida y la carretera de Valencia
Y estamos junto al Puente de la calle Sierra Toledana que nos conduce a Vallecas
Si nos situamos en el centro del puente, podemos apreciar claramente, a nuestra izquierda, la franja arbolada de terreno perteneciente al Parque, donde estuvo el asentamiento prehistórico
Hasta donde he podido «observar», ya desde el propio Parque, creo que aquí debe ser, más o menos, la zona en la que se hizo tan importante descubrimiento.
El 6 de noviembre de 2007 en el País apareció un artículo titulado:
Moratalaz existía hace 9.000 años. El yacimiento preneolítico del barrio es clave en la arqueología madrileña. Rafael Fraguas.
Que decía así:
Moratalaz ya estuvo poblado hace nueve milenios. El parque Darwin, junto a la carretera de Valencia, alberga uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de la Comunidad de Madrid. Así lo han puesto de relieve los especialistas asistentes a un congreso de arqueopaleontología realizado en Madrid y en Guadalajara días atrás. La importancia del enclave es tanta que, por primera vez, las principales universidades de Madrid, Complutense y Autónoma, más el Gobierno regional y el Ayuntamiento, así como entidades privadas como Audema, promotora del congreso, van a aplicar en diciembre un programa para hacer aflorar todos los tesoros documentales que esconde, detectados hace dos veranos y ahora en espera de su desarrollo.
El enclave se halla en las inmediaciones del llamado Arroyo de las Moreras, a unos 300 metros en línea recta del cauce del arroyo del Abroñigal, por donde discurre la M-30.Entre julio y agosto de 2006, un equipo de 25 arqueólogos trabajó con discreción y ahínco para desentrañar uno de los enigmas que persisten a la hora de explicar una etapa prehistórica desconocida, la que debería engarzar en Madrid -y no engarzaba por falta de vestigios-, el Epipaleolítico y el Neolítico, en términos sociales, el tránsito entre la vida cazadora y la agrícola.
Y agrega: «Se refiere a un momento en el que los cambios climáticos transformaron la fauna e indujeron nuevos modelos de organización económica». Según Baena, «ello desembocó en la aparición de grupos humanos con una gran capacidad de adaptación a las nuevas condiciones, en las que los rasgos regionales se acentúan».
Otra excepcionalidad del parque Darwin reside en la existencia de un abrigo-cabaña al aire libre como modelo de ocupación, cuando sus coetáneos lo eran en cuevas naturales. Este hito ha sido protegido para una nueva investigación. Los congresistas reunidos en Madrid han repasado también el estado de la cuestión arqueológica de enclaves como el Cerro de la Gavia, Las Camas, o el yacimiento romano de Torrejón de Velasco, éste a cargo de Jorge Morín.
Pero al parecer todos los planes debieron detenerse, porque en 2010 en la página WED del ayuntamiento de Madrid, concretamente el 14 de julio, se anunciaba » la reanudación de las excavaciones arqueológicas en Moratalaz», y se decía así :
- El yacimiento está calificado como excepcional y único en la Comunidad de Madrid y en el interior peninsular
- Los restos arqueológicos del Parque Darwin fueron encontrados en el curso de las obras de remodelación de la M-30
- Se trata de un asentamiento al aire libre de un grupo de cazadores recolectores de la época epipaleolítica
La Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid ha autorizado una nueva campaña de excavaciones en el yacimiento arqueológico del Parque Darwin por otros seis meses. El yacimiento está calificado como excepcional y único en su época en la Comunidad de Madrid y en el interior peninsular.
Las herramientas que utilizaban, no sólo eran para la caza de animales como ciervos, jabalíes o corzos, sino que también eran empleadas para tratar de cosechar productos agrícolas. Y precisamente ahí es donde radica su importancia ya que este hallazgo ha descubierto uno de los enigmas que existen a la hora de explicar una etapa prehistórica desconocida, la que debería engarzar en Madrid el Epipaleolítico y el Neolítico, es decir, el paso de la vida cazadora a la agrícola.
Y ahora, en 2017, parece que toda investigación se ha detenido en la zona, pero yo seguiré intentado conocer más sobre ella, y en próximos post seguiré paseando tranquila por este entorno del barrio de Moratalaz…