La calle Alfonso XII, pegada a la reja del Parque del Retiro de la que fue frondosa parte pues el Parque llegaba hasta el Paseo del Prado, es la via principal del Barrio de los Jerónimos, el cual abarca todo este espacio donde, desde el s. XV, se incluía el Monasterio e iglesia de los frailes Jerónimos que le ha dado nombre y, más tarde, en tiempos de Felipe IV (s. XVII), se levantó el Real Sitio del Buen Retiro del cual aún se conservan el edificio que albergó el Salón de Reinos y el Casón.
Esta gran merma en el espacio de los jardines del Buen Retiro se realizó en 1865 bajo el reinado de Isabel II que, ante el gran déficit de la Hacienda Pública, autorizó la venta de toda esta zona que era Patrimonio Nacional, aunque hubiese sido para el disfrute Real. Este hecho tuvo muy graves consecuencias políticas y sociales por la denuncia que del mismo hizo don Emilio Castelar a través de un famoso artículo publicado en el periódico «La Democracia» del cual era director.
El barrio de los Jerónimos
El Barrio de los Jerónimos surgió pues en este amplio y privilegiado espacio, frente a los jardines del Retiro y hasta la parte trasera del Museo del Prado, y desde su principio se consideró como «una isla de lujo para la aristocracia y la burguesia más selecta«. Los mejores arquitectos trabajaron en esta zona dejando una espectacular sucesión de bellos edificios. Todas sus calles son dignas de conocerse, pero en esta ocasiòn sólo pasearemos la de Alfonso XII, desde la Plaza de la Independencia al Paseo de la Reina Cristina.
Hay que recordar que en un primer momento la calle se llamó de Granada.En el año 1878 se pasó a denominar Alfonso XII (1857-1885) que era rey de España desde 1874; en 1931 se dedicó a Alcalá Zamora, por el abogado y político Niceto Alcalá Zamora (1877-1949), presidente de la Segunda República y en 1941 recuperó el nombre de Alfonso XII.
Los arquitectos que la embellecieron
Desde los inicios del siglo XIX la arquitectura estaba iniciando lentamente un estilo propio, lejos de las rígidas normas impuestas en el XVIII por la Real Academia de San Fernando que limitaban la creatividad de los arquitectos reduciéndola a las normas clásicas. Ahora ellos deseaban crear un estilo propio y diferente. Y a este estilo se le denominó eclecticismo historicista, eclecticismo procede del vocablo griego «eklego» que significa «escoger»… es decir permite escoger y compaginar diferentes estilos históricos.
Desde 1880 a 1885 se construyó en Madrid más que en todo lo ya construído del s. XIX – leemos en la Guía de Madrid de Ramón Guerra de la Vega – con obras como el Palacio de Velázquez en el Retiro , el Museo de Ciencias Naturales en los Altos del Hipódromo, el Ateneo, La Bolsa, la Escuela de Minas, la cripta de la Almudena, el Palacio Cerralbo, las escuelas Aguirre y el teatro Maria Guerrero entre otros muchos más que notables edificios.
Vamos a ver a continuación algunos de los originales y bellos edificios que estos arquitectos levantaron en esta privilegiada calle.
Casa Oriol actual Hotel Palacio del Retiro. Calle Alfonso XII, 14
Casi nada más empezar iniciar nuestro paseo por la calle Alfonso XII, en el número 14, admiramos este magnífico edificio que hace esquina con la calle de Montalbán.
Fue proyectado en 1913 por el arquitecto José Luis de Oriol Urigüen, para su propia familia. Fue muy novedosa su decisión de sustituir la típica cúpula y torreón de esquina por una especie de espadaña o peineta barroca que con el escudo de armas de la familia corona este señorial edificio de pura piedra muy bien tallada.
Desde el 2004 y tras una rehabilitación y reforma proyectada en 2002 por su nieto, el arquitecto Miguel de Oriol e Ybarra, fue reinaugurado como hotel con el nombre de Hotel Palacio del Retiro de la cadena AC Hoteles.
Es en este año 2019 uno de los seis hoteles en la categoría cinco estrellas gran lujo de Madrid junto con el Ritz, el Villa Magna, el Palace, el Santo Mauro y el Urban.
Casa-Palacio de Alicia Taberner, calle Alfonso XII, 16.
Hasta 1900 uno de los arquitectos favoritos de la aristocracia madrileña para levantar sus residencias, auténticas Casas-Palacio, era José Marañón y Gómez Acebo, autor también del Hospital de la Cruz Roja, en la avenida de Reina Victoria.
Así que Elisa Taberner Olazábal le eligió para construir su Casa-Palacio en la calle de Alfonso XII y también un edificio de viviendas para alquilar en la de Juan de Mena 25 y 27. Pero José Marañón falleció en 1900, y su estudio y todos su proyectos quedaron en mano de su díscipulo y colaborador Daniel Zavala.
Zavala en los inicios del siglo XX decidió imitar en este esquinazo el tardío estilo Segundo Imperio francés para la Casa-Palacio, mientras que en la casa de cinco alturas que se ve a continuación y que tiene entrada por la calle de Juan de Mena, destinada a pisos de lujo de alquiler, utilizó una arquitectura más ecléctica..
Casa Palacio del Conde de Puebla del Maestre, actual Hotel Petit Palace. Calle Alfonso XII, 18.
Victoriano Ortiz Fernández. fue el arquitecto escogido por don Francisco Fernández de Córdova, conde de la Puebla del Maestre, para levantar este edificio en esquina, que era la ubicación más valorada por los arquitectos para mejor lucirse.
En torno al bienio 1907 y 1908, en un momento de calma política y social, se construyeron un gran número de edificios notables en toda España; concretamente en Madrid los arquitectos no daban materialmente abasto de tantos y tan importantes encargos como recibían y sus nombres eran públicamente conocidos y altamente valorados.
Actualmente este palacio lo ocupa el hotel Petit Palace Savoy Alfonso XII.
Casa-Palacio de Bruno Zaldo, calle Alfonso XII, 26.
Situado en la calle Alfonso XII, junto al Casón del Buen Retiro, fue construido entre 1901 y 1903 por el arquitecto Eduardo Adaro Magro (Gijón 1848-Madrid 1906), como casa-palacio del rico financiero Bruno Zaldo, para quien ya había trabajado anteriormente en la construcción de diversos edificios en este barrio, concretamente en las calles Juan de Mena y Felipe IV.
Adaro vivió 58 años muy plenos, con grandes aciertos como el Banco de España y el Hispano Americano y conectó con el capitalista Bruno Zaldo en 1882 con viviendas en las calles de Juan de Mena y Felipe IV y culminó con su Palacio.
Y ¿Quien era Bruno Zaldo? Bruno Zaldo Rivera, «sin duda el indiano de mayor importancia de Pradoluengo», y que más allá de su patrimonio, cosechado en el puerto de Veracruz (México) gracias a su extensa red de contactos con comerciantes españoles al otro lado del charco, se afincó a su vuelta en Madrid con los cargos de diputado en las Cortes y senador por Burgos en 1905. Por si fuera poco, «fue uno de los fundadores del Banco Hispano-Americano» y de varias manzanas residenciales del centro capitalino y de otros negocios» enmarcados en «multitud de facetas bancarias, de plantaciones o de construcción» con los que siguió amasando una colosal fortuna.
Frente al Casón está una de las Puertas más bellas del Retiro que da acceso a los jardines del Parterre, y desde el interior del Retiro vemos perfectamente otra soberbia casa de la zona.
Edificio en la calle Alfonso XII, 32 y Academia 10 y 12, de José Marañón (en 1887) y Francisco García Nava (en 1927)
A Francisco García Nava en 1927 se le encargó reformar un edificio de viviendas construído en 1887 para don Andrés Gutierrez por José Marañón, el arquitecto tan demandado en el XIX, pero fallecido en 1900.
Los herederos, cuarenta años más tarde, en 1927, cuando las Ordenanzas ya permitían más alturas en los edificios le pidieron a García Nava una reforma, que consistía en elevar dos plantas y un ático. El edificio de Marañón era recio y de una elegante sencillez…Pero García Nava, lo convirtió en un Palacio de cuento con sus afilados chapiteles de los torreones tan medievalistas… pero que combinan perfectamente con el edificio original ofreciendo así una magnífica lección de intervención arquitectónica en un edificio anterior.
En el Casón nos detendremos más detenidamente, antes de seguir recorriendo toda la calle.
Está muy bien escrito y con datos curiosos