La Plaza del 2 de Mayo y el Cementerio de La Florida son dos lugares que todos los madrileños deberiamos visitar en estas fechas. A la Plaza conviene ir tras haber leído el imprescindible libro del gran Benito Pérez Galdós dedicado al 2 de mayo, el tercero de sus Episodios Nacionales, y al Cementerio con los cuadros bien mirados de Francisco de Goya y de Vicente Palmaroli de los Fusilamientos en la muy cercana montaña del Prínipe Pío. Todos forman parte de sucesos muy importantes de nuestra historia.
Plaza del 2 de Mayo
Como otros años he dedicado la mañana a esta especie de peregrinación por los dos emblemáticos lugares; al primero llego desde la Glorieta de Bilbao y por la calle San Andrés a la Plaza del Dos de Mayo…corazón del barrio de Maraviillas, ahora más conocido por Malasaña.
En el centro de la plaza se conserva el arco monumental que daba entrada al viejo palacio de Monteleón, que luego fue Cuartel de Artillería, y que ocupaba este espacio. Bajo el arco se sitúa la escultura de Antonio Solá Llansas (Barcelona1780-Roma 1861) tallada en mármol en el año 1830, de los dos héroes, Daoíz y Velarde, que murieron defendiéndo este importante enclave de los soldados franceses. (Hasta 1899 la escultura estuvo situada frente al Museo del Prado, en el lugar que ahora ocupa la de Velázquez)
También el recuerdo aquí es para el teniente Jacinto Ruiz y Mendoza (Ceuta 1779- Trujillo 1809). Él, aún estando enfermo, se incorporó a la lucha en el Cuartel a las órdenes de Daoiz y Velarde; fue tan gravemente herido que se le dio en principio por muerto, pero después de curadas sus heridas insistió en seguir luchando pese a su precario estado. Falleció en Trujillo cuando iba a incorporarse al frente de un regimiento en Badajoz.
Podemos ver su estatua, esculpida por Mariano Benlliure, en la Plaza del Rey.
El capítulo de los Episodios Nacionales que nos ocupa lleva el título de El 19 de marzo y el 2 de mayo de 1808. En la primera fecha Carlos IV abdicó la corona en Fernando VII, tras ser derribado el todopoderos Godoy. Y nos dice Galdós que:
el 2 de mayo es el día del alzamiento popular contra las tropas napoleónicas. El 19 de marzo fue un motín, el 2 de mayo una sublevación popular y nacional, El 19 de marzo fue más una turba manipulada la que actuó. El 2 de mayo, al contrario, fue el buen pueblo, el auténtico, compuesto de menestrales, majos y majas, soldados y algunos oficiales, muy pocos, entre los que descuellan Luis Daoiz y Pedro Velarde…
Una frase de Pérez Galdós define bien lo que pasó aquella mañana en Madrid: La ira estalló en boca del pueblo de un modo tan formidable, que causaba tanto espanto como la artillería enemiga.
Las tropas napoleónicas eran, hasta ese momento invencibles, ni una sola batalla habían perdido. Cuenta una anécdota que Napoleón dijo después que a sus tropas sólo las habían vencido el General Invierno, refiriéndose a su derrota en Rusia y el General Nomeimporta, refieriéndose a España, donde los españoles aún acumulando batallas perdidas seguían luchando sin perder su entusiasmo…
En la plaza y en la historia del barrio ocupa un significativo lugar la antiquísima iglesia, hasta hace un año Parroquia, de Nuestra Señora de las Maravillas y de los Santos Justo y Pastor. Hoy estaba completamente cerrada.
El cementerio de La Florida
Me dirijo hacia el otro lugar indispensable en esta evocación de los terribles sucesos que se desarrollaron en Madrid hace ahora 209 años, el Cementerio de La Florida.
Llego desde el Paseo de Rosales, atravesando la preciosa Rosaleda del Parque del Oeste, y por la calle de Francisco y Jacinto Alcántara,
donde se ubica la Escuela de Arte, Cerámica de Francisco Alcántara
Junto a ella está el pequeño cementerio donde se trasladaron los cuerpos de los 43 fusilados el 3 de mayo de 1808 en la cercana montaña del Príncipe Pio
cuyos nombres aparecen en esta lápida interior
Mosaico en Cerámica de Cruz Iruela, de la Escuela de Cerámica (1974) del cuadro titulado «Los desenterramientos» de Vicente Palmaroli (1871) que se encuentra en La Casa de la Villa de Madrid
Miembros de la Sociedad Filantrópica y Milicianos Nacionales Veteranos, con perfectos uniformes del ejército español en aquel momento, nos han contado muchos temas relacionados con aquellos dramáticos sucesos.
Y muchos vecinos del barrio han ambientado el lugar con un toque goyesco
Justo enfrente del cementerio, se inicia el Paseo del Rey que conduce directamente a la Estación de Príncipe Pío, cuyas cúpulas se aprecian claramente junto a las torres de la Catedral…
Emotivo y maravilloso reportaje para conmemorar estas fechas y recordar a los madrileños la fuerza y valentía de sus antepasados para transformar circunstancias adversas. ¡Qué oportuno traerlo a este blog!
Menuda labor de concienciación madrileña estás haciendo, María Rosa.
Un apunte:Rosa Chacel tiene una preciosa obra, Barrio de Maravillas, sobre este enclave madrileño.
Mary Carmen es que creo que fueron unos hechos que no se deberían olvidar, pero fijate que ayer, en la Plaza del 2 de Mayo no había nada «instituciona» que «oficialmente» evocara lo que allí sucedió…creo que todos los que allí murieron y se enfrentaron sin medios al ejército más poderoso, se merecen nuestro máximo respeto…El mismo que les demostró Galdós…
En el Cementerio muchas familias con niños y muchos vecinos le prestaban más calor humano y convertían a Madrid en un lugar más entrañable. Te agradezco mocho, como siempre, tus palabras. Tomo nota de lo de Rosa Chacel.