Mayo en el retiro. Patrimonio de la humanidad, julio 2021

Ayer empezó el mes de mayo y no podía estar el Parque del Retiro más bonito así que, cámara de foto en mano, recorrí algunos de los lugares menos concurridos, rodeada de árboles y escondidos monumentos.

Y el primero que encontré, cerca de la Puerta de Hernani fue el monumento a Góngora… pero en cual, curiosamente, su nombre no aparece.

Luis de Góngora y Argote (Córdoba,1561-1627), escribió en verso la «Fábula de Polifemo y Galatea», en 1612, que relata lo que nos contó Ovidio en sus maravillosas «Metamorfosis» : el fracaso amoroso del cíclope Polifemo y la pastora Galatea.

Esta obra fue encargada al destacado escultor valenciano. catedrático de la prestigiosa Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, Vicente Beltrán ( 1896-1963) quien la presentó al Concurso Nacional de Escultura en 1927, obteniendo por ella el Premio Góngora.

Sigo caminando y me encuentro con el entrañable monumento al gran Antonio Mingote, que tanto nos hizo sonreir, reir… pero también pensar y reflexionar.

Ángel- Antonio Mingote Barrachina , nació en Sitges (Barcelona) y falleció en Madrid en 2012, a los 93 años.

En el 2014 se inauguró este monumento cerca del lugar donde él solía ir a sentarse en este Parque del Retiro. Su autora es la escultora madrileña Alicia Huertas, ganadora del concurso que convocó el ayuntamiento. En el pedestal se evocan algunos personajes y temas de sus inolvidables viñetas.

Fue miembro de la Real Academia Española, ocupando el sillón r. En su vida recibió numerosos premios y distinciones, como la Medalla del Oro al Mérito en el Trabajo o el Luca de Tena.

En la magnífica exposición que la Biblioteca Nacional dedicó al Cantar de Mio Cid en el año 2019, pudimos ver este entrañable dibujo del gran Mingote.

Tras este entrañable encuentro sigo caminando y de pronto me quedo fascinada por esta visión de la iglesia de san Manuel y san Benito desde el Retiro.

Y además compruebo como su cúpula y su torre se reflejan en la fuente a la que curiosamente en unos textos nombran como de las Cuatro Gracias y en otros, yo creo que más acertadamente, de las Cuatro Nereidas o las Cuatro Sirenas, que muestran sus jóvenes cuerpos desnudos pero con pies y manos de anfibios, entrecruzan sus piernas y están acompañadas por delfines…tampoco hay unanimidad en señalar un autor, incluso en algún sitio he leído que se atribuyen a Mariano Benlliure.

El rRetiro en cada estación del año nos relaja, asombra y nos admira.

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