La Plaza de la Independencia y la Puerta de Alcalá (1)

La Plaza de la Independencia y la Puerta de Alcalá conforman uno de los espacios más bellos de Madrid junto a una de las mejores puertas de acceso a los Jardines del Buen Retiro.

Plaza de la Independencia

La plaza de la Independencia que ahora contemplamos se debe a la idea que en 1868 tuvo don Ángel Fernández de los Ríos (Madrid1821-París 1880), periodista, político, urbanista y escritor. Un hombre íntegro, polémico e incorruptible, al que sus avanzadas ideas de defensa del progreso y la libertad, en el convulso siglo XIX español, le llevaron alternativamente de los más altos cargos al exilio y a morir finalmente en él.

El Plan Castro

Previamente el 19 de julio de 1860 se había aprobado el Anteproyecto del Ensanche de Madrid, firmado por Carlos María de Castro, arquitecto, ingeniero de caminos, canales y puertos y urbanista (Estepa, Sevilla 1810 – Madrid 1893) que propuso un aumento del espacio urbano en 2.294 hectáreas partiendo de la Puerta del Sol y desarrollándose hacia el norte con las llamadas Rondas como límite, perímetro que en la actualidad coincide con el paseo de Reina Victoria y las calles Raimundo Fernández Villaverde, Joaquín Costa, Francisco Silvela y Doctor Esquerdo.

Plano de la cerca de Felipe IV, con puertas y portillos, publicado en 1847 en el Semanario Pintoresco Español; obtenido en https://www.geografiainfinita.com/2016/01/historia-del-plano-de-madrid/

Plano de la cerca de Felipe IV, con puertas y portillos, publicado en 1847 en el Semanario Pintoresco Español.

Para llevarlo a cabo se tenía que derribar la Real Cerca de Felipe IV, que rodeó la ciudad de Madrid entre 1625 y 1868…. casi 250 años. No se trataba de un muro defensivo y al igual que las anteriores cercas (como por ejemplo la de Felipe II que permaneció mucho menos tiempo) tenía un carácter fiscal y de vigilancia para controlar el acceso de mercancías a la ciudad y asegurar el cobro de impuestos. Los materiales empleados para su construcción eran ladrillo, mampostería de cal y tierra y alguno de los escasos restos encontrados tenían unos dos metros y medio de altura y algo más de un metro de anchura. La cerca tenía unos trece kilómetros de longitud, abarcaba una superficie de quinientas hectáreas y estaba flanqueada por cinco puertas reales o de registro (en las que se pagaban los impuestos): las de Segovia, Toledo, Atocha, Alcalá y Bilbao (o de los Pozos de la Nieve), y catorce portillos de menor importancia.

En 1868 la cerca fue derribada definitivamente.

El proyecto de Ángel Fernández de los Rios

Espasa-Calpe S.A. en el Bicentenario de la Puerta de Alcalá (1778-1978) inició una colección de fascículos semanales sobre MADRID, y el primero, de José María Ballester, tuvo esta portada.

Tras la revolución de 1868, Ángel Fernández de los Rios, pudo regresar a Madrid de uno de sus destierros y durante el Sexenio democrático, en el que fue concejal del Ayuntamiento de la capital, presentó varios proyectos urbanísticos, destacando el de la realización de una gran Plaza en torno a la Puerta de Alcalá, de 100 m. de diámetro a la que, en recuerdo y honor de los heroicos defensores de Zaragoza ante los dos terribles sitios que sufrió la ciudad en 1808/1809 por parte del poderoso ejército francés, tituló como Plaza de la Independencia… y que a su vez era una evocación de la Plaza de la Estrella de París.

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Placa conmemorativa del antiguo Pósito en la Plaza de la Independencia. «En este lugar estuvo de 1684 a 1883 el Real Pósito de la Villa de Madrid que integró varios edificios destinados al abastecimiento de la ciudad».

Al año siguiente se empezaron derribar los edificios del antiguo Pósito (anteriormente conocidos como Alhóndigas, donde se guardaba y protegia el trigo), que hacia tiempo había cambiado de uso, siendo entre otras cosas Cuartel, de cuyo protagonismo hablaremos más adelante, y también como hemos visto se destruyó la cerca de Felipe IV, que desde 1621 había aprisionado la ciudad.

La Puerta del Retiro

Y se anexionó a esta Plaza una zona del Retiro, a la que más tarde (1885) se tuvo el buen acuerdo de darle entrada por la gran puerta neoclásica procedente del desaparecido «Casino de la Reina», obra de Antonio López Aguado (Madrid, 1764-1831), discípulo de Juan de Villanueva, y que situado en la Glorieta de Embajadores fue un obsequio del ayuntamiento de Madrid a la sobrina y segunda esposa de Fernando VII, la inteligente, culta y desgraciada reina Isabel de Braganza, nacida en Portugal en 1797 y fallecida en España 1818. Así, unida a la magnífica reja de José Urioste y Velada (Don Benito 1850-Madrid 1909) que también separó los jardines de la calle Granada (que pronto tomó el nombre de AlfonsoXII), se consiguió otra bella visión de esta Plaza de la Independencia.

Puerta de la Independencia desde el interior del Retiro

Un espacio tan emblemático de Madrid ha vivido sucesos gozosos y festivos y hechos terribles que la Puerta de Alcalá ha contemplado y que nos contará muy pronto.

Bibliografía

La Guía de Madrid (1876) de Ángel Fernández de los Rios

Bonet Correa, Antonio, «Ángel Fernández de los Ríos y la génesis del urbanismo contemporáneo». Introducción a la obra de Fernández de los Ríos «El futuro Madrid».

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