La Plaza de la Independencia y la Puerta de Alcalá desde 1778 han visto juntas muchos acontecimientos en Madrid, alegres y festivos unos, otros dramáticos. Recordaremos a continuación algunos de estos últimos porque forman parte de la historia y no deben olvidarse.
Llegada de Carlos III a Madrid
Aunque lo primero es recordar que cuando Carlos III llegó a Madrid, en 1760, y pasó bajo su más sencilla y humilde antecesora, aún no podía residir en el Alcázar, orgullo de la ciudad, porque había sufrido un gran incendio 25 años antes y aún estaba en proceso de restauración…Así que se alojó en el inmediato Palacio del Buen Retiro construído entre 1630 y 1633 durante el reinado de Felipe IV por iniciativa del todopoderoso Duque de Olivares.
Pero este emplazamiento no era del agradó de Carlos III que aceleró y perfeccionó las obras sobre el antiguo solar del Alcázar, convertido en Palacio Real, al que se trasladó toda la Corte, dejando abandonado el del Buen Retiro.
La Plaza de Toros de Madrid
Y lo primero que la nueva Puerta de Alcalá contempló, al ser inaugurada en 1778, fue la gran Plaza de Toros que muy cerca de ella había mandado construir en 1749 Fernando VI (aunque ni a él ni a su esposa le gustaba la Fiesta), sobre un pequeño altozano, entre las actuales calles de Alcalá, Claudio Coello, Columela y Serrano y que aquí permaneció durante 125 años hasta 1874 en que fué derribada. La serie de grabados sobre la «Tauromaquia», que en ella realizó Francisco de Goya, la inmortalizaron.
Y en la calle de Alcalá 75, esquina a Claudio Coello, está la placa conmemorativa que nos recuerda que «En este lugar se alzó desde 1749 a 1874 la PLAZA DE TOROS DE LA PUERTA DE ALCALÁ lugar de inspiración para Francisco de Goya»
La llegada del ejército francés
En 1808 la Puerta contempló horrorizada la llegada de Napoleón con el mejor ejército del mundo… que asolaron todo su idílico emplazamiento, destrozando todo su entorno…el Palacio y los Jardines del Buen Retiro, la Iglesia y Monasterio de los Jerónimos… Y nuevamente el 7 de abril de 1823 «Los Cien mil hijos de San Luis» regresaron por aquí, a sangre y fuego, para apoyar a Fernando VII frente a los liberales y restablecer el absolutismo, en virtud de los acuerdos de la Santa Alianza…
El Cuartel de San Gil
Cuando fueron expulsados los franceses el convento de San Gil (que ocupaba toda la actual Plaza de España) quedó abandonado y por una orden del Ministerio de la Guerra se convirtió en el acuartelamiento del Parque de Artillería, conocido como el Cuartel de San Gil.
Y aquí fue donde sucedió, bajo el reinado de Isabel II, y concretamente la noche del 23 de junio de 1866, «la noche de San Juan», una sangrienta sublevación de los sargentos contra los oficiales, con el fin último de armarse y conseguir destronar a la reina … Fue una gran tragedia que terminó en un baño de sangre, pues el cuartel fue sitiado y tras una lucha feroz se logró entrar a sangre y fuego, entre una pila de cadáveres por ambas partes… Se habla de más de 200 muertos… y convirtió a Madrid «en un infierno», según nos cuenta magistralmente Pérez Galdós, que ya vivía en Madrid, en sus Episodios Nacionales, en los titulados «Prim» y «La de los tristes destinos».
La represión fue durísima… En la Plaza y frente a la Puerta de Alcalá estaba el Cuartel de Ingenieros (antiguo Pósito) donde se celebraron los Consejos de Guerra que les condenaron a muerte…Al otro lado de esta puerta de Alcalá, junto a la Plaza de Toros y los muros de los Jardines del Buen Retiro, fueron fusilados 66 sargentos.
Asesinato de don Eduardo Dato
Y para finalizar la relación de desgracias acaecidas en 241 años y ya en el siglo XX, en esta PLaza y ante la Puerta de Alcalá fue asesinado el Presidente del Consejo de Ministros don Eduardo Dato el 8 de marzo de 1921. El Presidente circulaba en su coche oficial, de regreso a su domicilio, cuando fue tiroteado por varios pistoleros que iban en moto.
Pero aquí sigue… «viendo pasar el tiempo… la Puerta de Alcalá»….