Paseando por Alcalá de Henares nos admiran muchos notables edificios en su exterior, que nos remontan a siglos pasados, cuyas huellas se observan también en su interior, aunque hayan sido actualizados. Uno de ellos es el conocido como «Colegio de Málaga».
En el último post dedicado al quiosco de la música de Alcalá de Henares, al mencionar su situacion en la Plaza de Cervantes, hacíamos mención del notable edificio que cierra la plaza con sus dos sólidos torreones, rematados sus chapiteles de pizarra con aguja, cruz, bola y veleta. Este edificio es del siglo XVII y forma parte de los Colegios que se crearon y pertenecieron a la Universidad ideada por el Cardenal Cisneros y autorizada por el Papa Alejandro VI mediante Bula del 13 de abril de 1499.
·En total son casi medio centenar de Colegios, unos llamados «Mayores» y otros «Menores», definidos en el prestigioso diccionario conocido como «El Tesoro de la lengua castellana» de Sebastián de Covarrubias (Toledo 1539-1613), que sigue siendo imprescindible para conocer bien el sentido de las expresiones de la literatura clásica del Siglo de Oro español:
…Comúnmente es recibido este nombre de Colegio por las casas instituídas para criarse en ellas hombres bien nacidos, virtuosos y profesores de Letras, los Mayores son de hombres provectos, que leen en las Escuelas y rigen cátedras, los menores son de oyentes…
Edificio del colegio menor de san Ciriaco y Santa Paula. Vulgo «de Málaga»
Son muy pocos los colegios que perviven, y menos aùn los que siguen la trayectoria de enseñanza para la que fueron creados (aunque ya no sean de similares materias) pero entre los que siguen se encuentra el de «San Ciriaco y Santa Paula» (hoy Facultad de Filosofia y Letras) vulgo «De Málaga», que se mantuvo como tal desde principios del XVII hasta el lamentable cierre de la Universidad a mediados del XIX.
Según leemos a su entrada:
Fue fundado en 1610 por Juan Alonso de Moscoso, obispo de Mälaga y antiguo colegial de Alcalá. Es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura civil del barroco madrileño; su arquitectura, desarrollada en torno a dos patios, se debe al arquitecto real Juan Gómez de Mora
En la extensa imposta de piedra caliza cincelada que rodea la larga fachada, una leyenda en latín nos recuerda su origen y el nombre de su fundador,
La puerta que aquí vemos nunca fue la principal, aunque ambas son iguales, de madera de pino y enmarcadas por un arco de granito de medio punto con figuras geométricas y, justo sobre ella, podemos leer el nombre de D. JOANES ALPHONSUS DE MOSCOSO
En numerosos lugares, dentro y fuera del edificio, vemos el escudo del fundador
Y tiene una curiosa fuente adosada
El nombre de «San Ciriaco y Santa Paula» fue impuesto en honor de los santos jóvenes cristianos malagueños mártirizados en el año 303, bajo el mandato del emperador Diocleciano, y nombrados patronos de Málaga.
Juan Alonso Moscoso (nacido en el madrileño pueblo de Algete) fue nombrado obispo de Mälaga en 1603, el mismo año en que visitó por última vez Alcalá de Henares, camino de su sede malagueña donde falleció en 1614 a los 71 años. Sólo un año antes el Colegio Mayor de San Ildefonso le había concedido la licencia para su fundación, por lo cual él no pudo ver la realización de su sueño pero, afortunadamente, de ello se ocuparon sus dos sobrinos, Alonso García de Moscoso y Juan Arias de Moscoso, que cumplieron perfectamente el encargo de su tio el cual había aportado las rentas suficientes para la compra del terreno, la edificación y el mantenimiento de los colegiales.
La mayor procedencia de los colegiales becados para estudiar en este Colegio no eran de Málaga, como falsamente se ha creído, si no más bien castellanos de la zona del arzobispado de Toledo, y para los de su villa de Algete, para los cuales dejó fundadas expresamente varias becas.
Interior del edificio
Nada más traspasar su puerta principal y atravesar el zaguán, nos encontramos en el primero de sus dos patios, con una monumental fuente en su centro, de 1765, que es un contraste que hace de este patio algo diferente.
y enseguida nos encontramos con una espaciosa escalera de las llamadas imperiales por ser de doble acceso, inundada de luz y con una gran cúpula oval
Desde aquí contremplamos la citada cúpula oval (que al parecer no fue obra de Juan Gómez de Mora sino muy posterior) y que originalmente sólo tenía los geométricos dibujos que aún vemos. En 1996 fue pintada por el artista Jose Mª Larrondo con el tema titulado: «Bóveda celeste: el sentido de la vida», lo cual generó en su momento una gran polémica como podemos ver en este artículo publicado por El País en abril de 1997.
Ascendemos a la planta superior, con otras galerias abiertas a ambos patios
desde cuyos ventanales tenemos una preciosa visión del interior del edificio
Y no hay que dejar de pasear su umbrío y arbolado jardín
El edificio en la actualidad
El Colegio mantuvo su actividad hasta 1843, aciaga fecha para la cultura y para Alcalá de Henares, que se vió desposeída de su Universidad, trasladada a Madrid. A partir de esa fecha el edificio ha pasado por muchos y diversos usos, tales como Escuela de Artillería, Asilo de San Bernardino y Colegio de Nuestra Señora de La Paloma (dependiente del Ayuntamiento de Madrid).
Cada nuevo «inquilino» hacía y deshacía estancias, salas, dormitorios, capilla etc. en su interior, en función de sus intereses, con lo cual ahora mismo es casi imposible saber como era su distribucción original. En 1985 fue nuevamente recuperado por la Universidad de Alcalá y hoy es sede de la Facultad de Filosofía y Letras,
Pero si lo más importante y fudamental del edifcio ha llegado hasta este siglo XXI se debe, sin duda, a la acción de la nunca suficientemente valorada Sociedad de Condueños, que varias veces he nombrado al hablar de Alcalá de Henares, pero que se merece un más detenido comentario que prometo hacer en breve.
Y a la salida nos topamos con este esplendor…
Alcalá de Henares, universal e inagotable…
Bibliografia utilizada
Gutiérrez Torrecilla, Luis Miguel, El Colegio de San Ciriaco y Santa Paula o de «Málaga. Universidad de Alcalá de Henares, Servicio de Publicaciones y el Centro de Estudios Históricos Cisneros, 2009
Cervera Vera, Luis, Los dispersos Colegios Mayores y Menores en el conjunto urbano medieval de Alcalá de Henares (Madrid). Institución de Estudios Complutenses. Alcalá de Henares 1994
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons
Como demuestras exhaustivamente… Alcalá de Henares es una ciudad para perderse… y descubrirla en todo su esplendor. Me encanta esta serie.
Beso
Hildy
Pues me encanta que te encanta…Ojalá puedas ir un finde y lo recorremos «casi» todo. Gracias por tu simpático comentario