Juan Valera y la protagonista de su obra más famosa Pepita Jimenez tienen, desde 1928, un monumento que los evoca en el bulevar del Paseo de Recoletos entre Cibeles y Colón frente a la Biblioteca Nacional.
Fue realizado por el famoso escultor Lorenzo Coullaut-Valera, sobrino del homenajeado. En él vemos el busto del escritor y bajo él a la bella joven Pepita Jimenez, protagonista de su más famosa novela.
Y en la parte posterior, que imaginamos estaria accesible y descubierta cuando se inauguró el monumento, pero que hoy permanece oculta y rodeada de arbustos, vemos un precioso bajorrelieve de Dafnis y Cloé
Las Pastorales es la única obra conocida del novelista griego del siglo II Longo de Lesbos. A diferencia de otras novelas griegas, que fueron traducidas al castellano en el siglo XVI, ésta no lo fue hasta 1887 por Juan Valera, que lo hizo con el título de Dafnis y Cloé
La historia de Dafnis y Cloe es la de dos niños abandonados en un bosque y encontrados por dos matrimonios de pastores vecinos, que se hacen cargo de ellos. Así que crecen juntos, creando un fuerte vínculo de amistad al compartir las labores de pastoreo que sus familias les asignan. Al llegar la pubertad descubren juntos el amor y el erotismo y finalmente se casan tras muchas aventuras.
Juan Valera y Alcalá Galiano, nació en Cabra (Córdoba) en 1824 y murió en Madrid en 1905. Procedía de una familia de la aristocracia rural; su padre era oficial de la Marina y su madre era marquesa de Paniega… con una hacienda muy mermada, pero con muy buenas amistades entre ellas la del general Serrano, el duque de Rivas y la duquesa de Alba.
Él supo cultivar muy bien estas relaciones y con 20 años, tras obtener en Granada el título de bachiller en jurisprudencia se instala en Madrid y logra entrar en los círculos más cercanos al poder. Su habilidad e inteligencia para desenvolverse en ellos. y su gran facilidad para los idiomas le llevaron a ser nombrado en 1847 con 23 años «agregado sin sueldo en la legación de Nápoles» de la que se hacía cargo el Duque de Rivas. En 1850 ya le nombran «agregado con sueldo en la Legación de Lisboa». Y a partir de ahi ocupó diversos cargos diplomáticos tanto en Europa como en América
A Valera su carrera política de diplomático lo llevó a recorrer medio mundo, donde conoció a muchas mujeres interesantes, quizá alguna de ellas le inspiró su Pepita Jiménez. Pero siempre fue un secreto impenetrable del escritor. Fue su primera novela, publicada en 1874 cuando él tenía 50 años y ya residía en Madrid desde 1858 en su casa de la Cuesta de Santo Domingo, donde mantenía famosa tertulia.
La obra fue muy bien recibida tanto por la crítica como por el público siendo traducida a diez lenguas y se vendieron más de 100.000 ejemplares, el mayor logro novelístico en la España de los últimos veinticinco años del siglo XIX. Isaac Albéniz compuso en 1895 una ópera inspirada en la novela.
Antes de dedicarse a la novela, Valera escribió numerosos e interesantres artículos, ensayos filosóficos e históricos, crítica literaria etc. Seguiremos hablando de otra curiosa obra fruto de su estancia en Rusia.