Cuando en el 2010, en uno de mis viajes a Ciudad de México, me dijeron que me iban a llevar «a ver la Cibeles»… pensé que sería el rótulo de una plaza o, como mucho, una pequeña reproducción… ¡Pero he aquí lo que me encontré!

En una oportuna lápida leemos:

FUENTE DE CIBELES. La fuente original de la cual es copia exacta la que aquí se presenta, está ubicada en la confluencia del Paseo de la Castellana y la Calle de Alcalá, de la ciudad de Madrid. Fue realizada, a instancias de Carlos III, por el arquitecto Ventura Rodríguez y los escultores Francisco Gutierrez y Roberto Michel, entre los años de 1777 y 1792.
Esta copia ha sido donada, a la Ciudad de Mëxico, por su Comunidad de residentes españoles, contándose, para ello con la aquiescencia y concurso del excelentísimo Ayuntamiento y vecinos de la Villa de Madrid.
Siendo uno de los monumentos más representativos de esa ciudad, se erige hoy como símbolo de hermanamiento entre ambas metrópolis.
Mëxico, D.F., septiembre 5 de 1980.

Hernán Cortés la llamó Ciudad de México, pero en Febrero de 1824 la primera Constitución la denominó como Distrito Federal (DF). Desde el 2016, una reforma constitucional otorgó el nombre oficial de Ciudad de México a la capital del País.

La Fuente se encuentra en la conocida como Colonia de Roma, en la Avda de Oaxaca y, cómo no podía ser menos, en la llamada Plaza de la Cibeles.

La Cibeles en un cuadro del Museo de la Historia de Madrid.

Este Museo de la Historia de Madrid fue creado en 1929 para ser «la memoria histórica de la ciudad» y su primer director fue don Manuel Machado. El edificio es el del antiguo Hospicio, que se construyó entre 1721 y 1726, durante el reinado de Felipe V, por el gran arquitecto Pedro de Ribera que nos dejó una espléndida portada.

Y aquí vemos un imprescindible testimonio de nuestra emblemática fuente en un cuadro de 1785 de Ginés Andrés de Aguirre (Murcia 1727-México 1800), titulado «La Puerta de Alcalá y la fuente de Cibeles».